viernes, 16 de enero de 2009

Retomando el blog

15 / 01 / 09

RETOMANDO EL BLOG

Han transcurrido dos meses. Dos meses echando de menos este espacio al que voy cogiendo cariño. Ha sido imposible actualizar el blog. Pero no ha sido tiempo perdido, sino invertido en otros quehaceres y circunstancias también importantes: viajes, enfermedades, conferencias, congreso internacional, presentación y divulgación de mi nuevo libro de poemas (“Da Carraxe e da Paixón”, Editorial Espiral Maior, 2008), etc.

Ha sido un período de muchas lecturas provechosas de las que paso a referir las más importantes:

- "El beso de la muerte" (Kathy Reichs, Círculo de lectores, 2008); libro tedioso, poco interesante, que refiere las barbaridades que cometían las bandas de moteros proscritos de EEUU y Canadá, de las que no estaban exentos civiles anónimos de todas las edades.

- “La clave está en Rebeca” (Ken Follett, Editorial Planeta De Agostini, 1980), texto muy inicial del autor en el que desarrolla una trama de espionaje novelado sobre un presunto caso de resistencia / oposición al progreso de la invasión del mariscal alemán Rommel y sus huestes acorazadas en el desierto egipcio, durante la Segunda Guerra Mundial. No deja de ser interesante a pesar de la sencillez de su trama y de los titubeos, como literato, del autor principiante.

- “El relicario” (Douglas Preston y Lincoln Child, Ed. DeBols!llo, 7ª edición, 2008), donde se muestra una vez más su veteranía y su facilidad para la divulgación científica dentro de un marco de novela de misterio tipo thriller. Merece ser leído. Aunque de por sí es una novela integral e independiente, será más interesante si previamente se lee la novela "El ídolo perdido", de la que “El Relicario” es su segunda parte.

- “Jennie” (Douglas Preston, Ed. DeBols!llo, 2008): aunque fue publicada en inglés en 1994, su traducción al castellano no se llevó a cabo hasta 2008; es, por tanto, una novedad editorial en nuestro país, y especialmente interesante. Aunque es una obra de ficción, refiere la experiencia obtenida de la cría, entre humanos, de una hembra de chimpancé que no había conocido a sus ancestros ni tomado contacto con su ambiente natural. Hace reflexionar seriamente sobre la escasa separación entre los humanos y los chimpancés, la especie más próxima al hombre dentro del grupo de los grandes simios, pues comparten casi el 98 % de su dotación de ADN, y obliga a replantear los conceptos de humanidad, sociedad, evolución, creación, evolución y amor. Es una novela cuasi científica, trágica, original, tierna e irresistible.

- “La conquista de Alejandro Magno” (Steven Pressfield, Ed. DeBols!llo, 2006), novela histórica que refiere las vivencias, pensamientos, contradicciones, ansias de vivir, pasiones, genialidades, éxitos y fracasos de este rey y estratega, conquistador de un gran imperio a pesar de su juventud, que fue respetado por sus generales y adorado como si de un dios se tratara. Muy bien documentada, no en vano el autor es un especialista en materia de historia, no deja de incursionarse en el mito del personaje de Alejandro entremezclándolo con lo que hasta hoy se sabe de su biografía documentada. Es una novela digna e interesante.

- “De la mano con Frasquito” (J.J. Benítez, Ed. Granica, 2008), sorprendente libro de este prolífico autor navarro, de contenido muy alejado de lo que de su autoría sabíamos hasta hoy. Se trata de un libro cargado de ternura y de sabiduría, en el que J.J. se comunica con su nieto y le explica sus pensamientos y experiencias; aunque incide excesivamente en conceptos espirituales, como el concepto de Dios y de lo que redunda en su concepto, no se hace pesado. Es de suponer que esté preparando una nueva edición o trate de complementar la actual, pues cada capítulo va precedido de una numeración que, sin duda, es la cronología que tiene en el diario del que sólo se han publicado algunas páginas seleccionadas por el autor. Es un texto interesante que permite comenzar el libro por cualquier parte y leerlo tanto en el ascensor como en el autobús o en la intimidad de un gabinete.

- “Las edades de Lulú” (Almudena Grandes, Tusquets Editores, S.A., 1989, 2008). Es un libro que ya había leído a raíz de su primera edición; me decidí a releerlo antes de comenzar la lectura de “Atlas de geografía humana” y “El corazón helado”, de la misma autora; la razón es que va precedido de un prólogo amplio de la propia novelista y porque es una edición definitiva y revisada por ella misma. Es muy interesante conocer cómo se gestó la novela, la primera de su autoría, en plena juventud, y que la llevó a recibir el XI Premio “La sonrisa vertical”, cuáles fueron las intentonas para su redacción y la repercusión que en su ánimo de futura escritora tuvieron las críticas escritas y radiofónicas, a favor o en contra, según el país donde fuese leída la novela, publicada en más de veinticinco lenguas. Es una obra dura y sincera que marcó a toda una generación de lectores y que no ha dejado de estar vigente hasta el momento actual, pues el contrato editorial ha sido recientemente renovado. Es, por tanto, una novela de actualidad que debe ser leída con imparcialidad y entusiasmo.

- “Misterios del cristianismo: La verdad sobre algunos enigmas de la Iglesia” (Steven Borgerhoff y Kristof Lamberigts, Ediciones B, 2008). No aporta nada nuevo. Es una obra más acerca de algunos acontecimientos, fantasías y teorías en torno a la Iglesia Católica y el Vaticano. No desvela nada, tan sólo refiere e informa. Nace al amparo de las recientes publicaciones que ponen en el punto de mira de la crítica a la Iglesia Católica y a su Estado. Su contenido es muy limitado, a saber: El sudario de Turín, Las visones de Fátima, Los manuscritos del Mar Muerto, Padre Pío, El Santo Grial y La Virgen de Civitavecchia. Es una obra que no conmueve. Lo dicho: para leer en tiempos muertos y como artículos para curiosos.

- “Millo verde” (Xosé Fernández Ferreiro, Xerais, 2002) es una novela que sigue la línea de otras del autor con la novedad de que toca un tema social en relación con la docencia y la fragilidad de los docentes ante cualquier calumnia; muy de actualidad en los tiempos que corremos. De una calumnia se trata, dirigida contra un profesor al que la sociedad acaba marginando y que no puede evitar el sufrimiento de su familia; se tambalea su profesionalidad, su honor como persona, su seguridad como ser social, sus principios por no poder explicarse ante el riesgo de salpicarse con más basura. Escrita en Galego, es de fácil lectura y comprensión, recomendable para ser leída en medios docentes. Es una novela preciosa y meritoria.

- “La misteriosa llama de la reina Loana” (Umberto Eco, Ed. Lumen, S.A., 2005) es otra obra de ficción extraordinaria del autor italiano padre de “El nombre de la rosa”. Como siempre, es una novela cargada de erudición y conocimiento, que hay que leer con detenimiento para entenderla y serenidad para que no agobie. Novedosa por la cantidad de ilustraciones que aporta, que retrotraen al pasado a fin de rellenar el presente del personaje central de la obra, cuya memoria actual y reciente, personal y emotiva, se ha perdido a consecuencia de una enfermedad. Es una novela irónica y tierna, nostálgica y sensual, desconcertante y novedosa. Debe ser leída.

- “Los hombres que no amaban a las mujeres” (Stieg Larsson, Círculo de Lectores y Ediciones Destino, 2008). Es la primera parte de la trilogía que el autor sueco, fallecido prematuramente en 2004 en plena madurez intelectual, ha dejado manuscrita e inédita bajo el título global de “Trilogía del Milenio”; en 2006 fue considerada como la mejor novela de misterio de autor nórdico y se le otorgó el prestigioso premio “Llave de Cristal”. Desde mi humilde punto de vista se trata de una buena novela, aunque francamente tediosa en sus doscientas primeras páginas; es de planteamiento diferente a las novelas del mismo estilo escritas por autores ingleses o americanos, más directos y concisos en sus planteamientos, como ya tengo comentado en otras ocasiones; no dudo de su valor literario, pero no me parece tanto como algunos críticos quieren hacernos creer. La trama consiste en la búsqueda del culpable de un asesinato ocurrido hace treinta y seis años, que resulta ser el autor de una serie de desmanes en serie, con implicaciones familiares de gran trascendencia de las que no se libra ni el que parece el más inocente de la saga. Esta novela debe ser leída, a la espera de la publicación de su última parte, pues la segunda ya la tengo sobre mi mesa, con el sugerente título de “La chica que soñaba con una cerilla y un bidón de gasolina”.

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